Algunas creencias mágicas sobre el embarazo en las antiguas culturas del mundo


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Algunas creencias mágicas sobre el embarazo en las antiguas culturas del mundoPocas etapas vitales llevan apararejados  tantas creencias como el embarazo y por extensión el parto y el puerperrio. Las abuelas y madres, las amigas y, como no, las vecinas  suelen ser las encargadas de transmitir esa sabiduría popular que proviene de tiempos immemoriales y llega hasta los nuestros días: ¿quién se atreve a no colmar el antojo de una embarazada.

He aquí algunas de las más sorprendentes supersticiones de algunas culturas históricas respecto del embarazo. Aunque actualmente creemos que todas nuestras certezas respecto de nuestro embarazo son de origen científico buena parte de ellas no dejan también de tener un componente irracional o bien la misma ciencia se encarga con los años de refutarlas.

Todas seguimos teniendo nuestras supersticiones. Porque un poco de magia en la vida tampoco viene mal, (ya se encargará la historia de juzgarnos).

Cuando las Aztecas daban a luz o parían tenían particular cuidado con el cordón umbilical: si era de varón se lo entregaban a algún soldado para que fuese aficionado a la guerra, y si era de mujer lo enterraban junto al fogón para que fuera aficionada al hogar y cuidara de él.

La mujer Egipcia por ejemplo debía orinar sobre una mezcla de trigo y cebada combinada con arena y dátiles, si los granos germinaban eso quería decir que estaba embarazada.Esto también les permitía diagnosticar el sexo del futuro hijo: si crecía trigo,sería varón y si crecía la cebada,sería mujer.

Los chinos diagnosticaban el sexo del niño por medio de una fórmula matemática. Multiplicaban siete por siete, lo que da cuarenta y nueve. A ésta cifra le restaban la edad de la madre al total ese le sumaban diecinueve, y luego sumaban el número del mes en que nacería el niño. Si el resultado era impar, sería varón y si era par sería una nena. Tambien acostumbran los médicos chinos a tomar el pulso con tres dedos sobre los tres puntos diferentes de la muñeca: tsuen, tchen y kovan. Según sea al el latido diagnostican niño, niña o mellizos.

Los indios kunas, de américa en Panamá, tienen la costumbre de que cuando la madre desea una niña se dirige al inatuledi (chamán menor o el hombre que da medicinas) y le expresa su deseo. Este busca en la selva una planta cuya flor tiene un gran parecido con unos genitales femeninos. De esta flor tomará la gestante unas infusiones periódicas durante el embarazo para conseguir su deseo. Si por el contrario prefiere un varón, el inatuledi le administrara infusiones de otra flor parecida al Anturium que tiene un cierto parecido morfológico con los genitales masculinos. Si no sale lo que quería, siempre habrá una explicación lógica como que hubo intervención diabólica y por eso no salió a medida de sus deseos, o no tomó las medicinas como le dijo el inatuledi.

Entre los romanos existía la costumbre de medir con una cinta el cuello de la recién casada para determinar la virginidad, la pérdida de ésta y el embarazo. La hinchazón de tiroides y de los pechos se han considerado como signos de desfloración.

CREENCIAS RESPECTO DE LA HIGIENE

En la India los baños repetidos de la gestante son obligados. En Japón se prohibian baños calientes. En China se recomendaban los baños frios y de mar como tónicos. En los tiempos medievales, en diversos lugares de Europa era costumbre que la mujer que quería quedar encinta se introdujese en el mar y recibiera el golpe de las olas hasta siete veces si era posible en choche de luna llena. Esta costumbre aún perdura en algunos de nuestros pueblos.

PROHIBICIONES ALIMENTARIAS

Entre los indios kunas de Panamá, la mujer gestante no puede ver sangre, ni matar animales, o comer peces resbalosos, viscosos, ya que todas estas cosas podrían provocar el parto antes de tiempo. Es evidente el fondo siempre mágico del pensamiento primitivo de que lo semejante produce lo semejante.

EN CUANTO A LAS RELACIONES SEXUALES DURANTE EL EMBARAZO

Los cánones de la Irlanda medieval prescribían a los maridos alejarse de sus esposas los domingos, miércoles y viernes durante el embarazo, y 36 días después del parto, si era un varón, o 46 si había sido una niña. Se creía que si había contacto sexual los domingos podría nacer un monstruo o un leproso. Se pensaba también que la presión sobre el abdomen de la mujer podría producir un aborto.

En algunos países como Loango, la gestación de la mujer despierta los celos del marido, quien para asegurarse la fidelidad de ella, la somete a una prueba ordálica, consistente en hacer tomar a un esclavo o familiar el veneno de prueba (bonda). Si muere envenenado, la mujer es considerada adúltera y se la condena a la hoguera y el supuesto adúltero es enterrado vivo. El hechicero, que es quien prepara el veneno, es también quien decide sobre la vida o la muerte de la mujer.

La Revista de antropologia Chilena Chungara nos explica algunas creencias de la cultura mapuche. Las embarazadas deben evitar el consumo de alimentos pesados, grasosos, con exceso de condimentos, sal, ají, o expuestos largamente al sol, los cuales aumentarían la condición de calidez de su estado. Otros alimentos prohibidos para la embarazada son aquellos que provocarían daño o imperfecciones al feto, entre éstos indicaron todos los alimentos gemelares y deformes. Por ejemplo, si la embarazada come huevos de doble yema es probable que tenga hijos gemelos. Tampoco pueden ingirir alimentos con algún grado de deformidad, generalmente papas o frutas, ya que esta anomalía es traspasada al feto: "si la mujer come una papa rara así, le sale deforme la guagua, sale enfermo, a veces chuequito".

Para evitar la anormalidad en los niños  se recomienda que la embarazada no debería experimentar situaciones de gran pena o dolor espiritual, pasar sustos, o tener trafentán (encuentros con espíritus de la cultura mapuche); estas dos últimas situaciones afectan directamente la salud del niño, provocando todo tipo de anormalidades al nacer, como también afectan la salud de la embarazada a quien le quita la energía necesaria para mantener sano al niño que tiene en su vientre, incluso provocándole un aborto espontáneo.Para prevenir la mujer embarazada no sale sale de la casa al caer el sol, dado que puede ver un anchimallen (espíritu con forma de niño o luz brillante), cherrufes (luces destellantes); no debe transitar sola durante el día por lugares apartados en los que pueda encontrarse con un meulen (viento arremolinado provocado por un espíritu), o un wayllepen (espíritu en forma de animal que aparece en lugares desolados, pantanosos; también fue descrito como animal deforme).

+ info:

Creencias mágicas sobre la salud en los bebes en Nicaragua

Creencias de embarazo, parto y puerperrio en la mujer mapuche

El parto en los pueblos primitivos

El profesor  y médico panameño Jose Manuel Reverte Goma nos ofrece un sinfin de anécdotas, histórias mágicas sobre pueblos primitivos gracias a sus viajes dentro de su país y otros paises atendiendo con pueblos primitivos de américa durante los años 50 y 60. También nos cuenta otras creencias de paises que le resultan curiosas en sus investigaciones comparativas.

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