Los que seguís un poco nuestras peripecias viajeras sabréis que suelen ser variadas tanto en destinos como en fórmulas de transporte y alojamiento. En la variedad está el gusto! A estas alturas podemos decir que hemos probado un montón de diferentes formas de viajar (y o que te rondaré morena). Todas tienen sus ventajas y seguramente alguna contraindicación dependiento de las necesidades, gustos y posibilidades de cada familia pero si hay un estilo aventurero cargado de autenticidad que nos llama la atención es viajar con la casa a cuestas.
Antes de seguir decirte que acabamos de firmar la petición de firmas en Change.org para pedir el fin de la discriminación de los autocaravanistas y furgoneteros, una iniciativa cívica y necesaria para la que nos gustaría pedir tu apoyo (no te llevará ni dos minutos) y también su difusión con los medios a tu alcance para que los ciudadanos, todos, hagamos llegar bien alto nuestra voz a las autoridades competentes.
A continuación trataremos de explicar brevemente por qué pensamos que si bien este asunto concierne especialmente a los caravanistas y furgoneteros merece el apoyo de todo el mundo. Defender hoy los derechos de los demás es garantía de que mañana sean también defendidos los tuyos, ese es un principio solidario básico de la libertad de todos en cualquier democracia viva.
Antes que nada recordar que viajar en furgoneta camper o autocaravana no es algo privativo de propietarios de estos vehículos-vivienda. El alquiler por ejemplo es una estupenda oportunidad de probar una experiencia que no suele dejar indiferente a nadie. En nuestro caso recordamos con mucho cariño nuestra Ruta Flamenco camper y la Ruta Family Welcome emprendidas respectivamente a bordo de una furgoneta camper y una autocaravana.
De esas experiencias ( y de mis recuerdos de infancia...de hace ya 30 años!) uno de los momentos más desagradables con diferencia es el haber sufrido en carne propia algo muy parecido a la persecución, a veces el acoso y no pocas veces el desprecio por parte de agentes de diversas policías locales que con más o menos delicadeza, educación o dotes de inteligencia emocional (eso va con cada persona) tenían como principal misión la presionarnos con amenazas de multas y diferentes clases de castigos divinos por el hecho de estar pernoctando (que no acampando!) dentro de nuestro considerado por la normativa de tráfico vehículo-vivienda, correcta y legalmente aparcado.
Evidentemente uno emprende un viaje en autocaravana o camper para disfrutar de unas merecidos días de descanso. Uno viaja para desonectar y estar en contacto con la familia en un entorno natural, uno viaja para vivir una experiencia positiva. Es por eso que la mayor parte de las veces y más si cabe cuando viajamos en familia solemos bajar las orejillas ante este tipo de prácticas y evitar cualquier tipo de confrontación evitable.
Si no nos quieren nos vamos. Aunque sea a costa de obviar que el código de circulación en lo esencial nos protege y a costa de hacernos los tontos cuando sabemos perfectamente que las normas de prohibición genérica de aparcar a las autocaravanas y campers carecen de base legal siempre que yo no esté acampando y no moleste a nadie. Si bien las Leyes y Reglamentos de Tráfico no regulan expresamente el estacionamiento y pernocta en autocaravanas, se especifica que pueden estacionar en las mismas condiciones que los demás vehículos en una instrucción (la 08/V-74). ¿Pero cómo puede prohibirse legalmente de forma genérica a cualquier vehículo-vivienda con todos os permisos en regla aparcar en todo el municipio, así, por las buenas?. Resulta francamente poca amistosa y nada deportiva la normativa autonómica al respecto de Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria y la Comunidad Valenciana
No voy a peder ni un minuto atacando a un agente de la autoridad que intenta cumplir lo mejor que sabe con el trabajo que le encomiendan. El problema viene de más arriba y que son los que deberían dar solución a los problemas en vez de dedicarse a crearlos: aquellas autoridades municipales y autonómicas ancladas en formas pseudo-feudales de entender la regulacion del uso público del territorio más propias de un western (forastero, me voy a dar una vuelta, cuando vuelva será mejor que no estés por aquí) que de la era digital, oiga.
El problema es el empeño en ponerle puertas al campo poniendo las facultades democráticas del ayuntamiento al servicio de los poderes fácticos del pueblo (llámanese campings o hoteles, si son de los amigos mejor) aferrándose a una idea anquilosada y viejuna del turismo que presume que el autocaravanimo o camperismo es cosa de poco o ningún valor que es mejor quitarse de encima en nombre de las supuestas quejas de los vecinos.
Antes que nada una aclaración: no discutimos la utilidad, legitimidad y conveniencia de los campings, al contrario, somos absolutamente partidarios. Todos los autocaravanstas valoran y han hecho uso alguna vez de sus servicios. Lo que no es de recibo es que la competitividad de su oferta se tenga que basar en la persecución a unos ciudadanos a los que nadie regala: ni su vehículo, ni el combustible, ni la comida en el super o en los bares o restaurantes, ni la visita a todas las atracciones turísticas. Unos ciudadanos que pagan abnegadamente (y si no deben responder por ello, como todos) sus impuestos, tasas, tarifas, multas, homologaciones y ocurrentes certificaciones, que ya son grandecitos y cuyo gasto y derecho a elegir la manera de pasar las vacaciones que les venga en gana es tan legítimo y necesario como el de cualquier otro ciudadano.
Que nadie se equivoque. En esta petición de Change que apoyamos no se aboga por la desregulación total ni defiende que todo el mundo haga lo que le de la gana. Lo que se está pidiendo es que en primer lugar se reconozca una realidad y en segundo lugar que acabe la perscución de los autocaravanistas y camperistas. Al contrario. Que la Dirección General de Tráfico regule sí, más y mejor, sin hipocresías ni medias tintas que den lugar a arbitrariedades y a desprotección cuando no a situaciones kafkianas de abuso de autoridad y criminalización injusta e intolerable de ciudadanos.
Lo que se pide es que las autoridades públicas provean de instrumentos legales e insfrastucturas para que TODOS los ciudadanos podamos acceder de forma asequible a disfrutar y cuidar de nuestro patrimonio natural.
Lo que se pide es que nos convirtamos en lo que somos: europeos. Que miremos la norte una vez más para lo bueno y aprendamos del ejemplo de los franceses, el primer país turístico del mundo señores, donde puedes impedirle estacionar a una autocaravana o camper en algunas áreas sensibles o restringidas pero al mismo tiempo puedes ofrecer alternativas económicas y dignas para pernoctar y acampar para los ciudadanos, votantes y sufrientes paganini de impuestos que no lo son menos por el hecho de viajar en auocaravana / camper. Los franceses, sí que no conciben un parque de la importancia del Futuroscope sin una estupenda area de camping-car.
Las autocaravanas y campers están ahí. Tienen sus usuarios y no es de extrañar pues la experiencia es de lo más enriquecedora. A partir de ahí podemos hacer dos cosas: o poner la mano para cobrar impuestos y luego tratarlos a escobazos para ocultar el bulto bajo la alfombra del municipio de al lado o bien concebirlos como lo que son: una oportunidad para desarrollar un turismo itinerante que debe tener soluciones adecuadas a sus necesidades y que puede contribuir de forma absolutamente positiva a la economía local siendo un factor que ayude a promover el cuidado y buena conservación de playas, ciudades, pueblos y montañas.
Afortunadamente cada vez zon más las ayuntamientos y comunidades autónomas que lo están entendiendo y afortunadamente cada nueva temporada aparecen nuevas y bien preparadas áreas de acogida para los que viajan con su casa a cuestas. Sin embargo parece ser que por ahí arriba hay algunos que todavía no se enteran de por donde van los tiros y cuales son las demandas de los ciudadanos.
Necesitamos que la DGT detenga esta inaceptable persecución y que lo hagan de forma coordinada con la administración turística, que los políticos gestores sean imaginativos y valientes convertiendo una de las escandalosos vacios de nuestra política de turismo en un punto fuerte y de atracción, pues tenemos un país que lo necesita imperiosamente y tiene todo para ello. ¿Lo entenderán los de arriba?
Firmando esta petición podremos hacer que nuestra voz llegue más alto.