El turismo itinerante, el de las caravanas, autocaravanas y furgonetas cámper está on fire. Más que una tendencia o moda pasajera este sector se está convirtiendo ya desde hace años en un estilo viajero cada vez más extendido y con cuotas de aceptación más importante en nuestro país. En los últimos tiempos además, esta opción cargada a partes iguales de romanticismo y practicidad, sigue creciendo todavía más si cabe impulsado por la alerta sanitaria asociada a la pandemia del Covid19.
Y es que, además de la libertad de movimientos y de la facilidad para improvisar nuestra ruta viajera sin depender de reservas hoteleras o vuelos, el turismo cámper tiene la ventaja tan de agradecer en estos tiempo de ser una manera perfecta de huir de las aglomeraciones y propiciar un contacto más directo con la naturaleza reduciéndose significativamente el riesgo de cualquier contagio.
Otro de los elementos positivos de este estilo viajero es su carácter ecológico y sostenible. Se podría objetar en contra de esta afirmación que los vehículos (autocaravanas y furgonetas cámper) son pesados y se desplazan movidos en base al uso de combustibles de origen fósil como el diesel y lo cierto es que casi totalidad del parque actual de vehículos sigue dependiendo del paso por la gasolinera de toda la vida.
E-Ducato by Tribus
La buena noticia es que ya se empiezan a comercializarse en el mercado alternativas reales de propulsión de estos vehículos menos contaminantes basados en la energías limpias y uso intensivo de placas solares en caravanas. Una tendencia hoy que será mañana dominante en un horizonte de 10 a 20 años debido a las futuras restricciones ya anunciadas para el diesel.
Ahora bien, si ampliamos la mirada, tal y como concluye estudios como este, en el cómputo total de impacto ambiental de nuestras vacaciones que supone viajar a la manera cámper es muy inferior ya que las emisiones se reducen un del 33% en relación a otras formes de viajar con un diferencial que llega a ser un 200% menor en emisiones contaminantes sobre la atmósfera respecto de la fórmula avión + hotel. ¿No está nada mal, verdad?
A todo ello hay que sumar (o más bien restar) el menor impacto medioambiental si incluimos en la ecuación el reducido consumo de agua, electricidad o generación de residuos del turismo itinerante. Es por ello que podemos afirmar que las caravanas y autocaravanas son una forma mucho más ecológica de gozar de nuestros viajes.
Prototipo AC e-Home sobre carrocería IVECO © Dethleffs
Las placas fotovoltaicas SunFields son una de las más prestigiosas del mercado
En esta linea los paneles solares en las caravanas ganan más peso e importancia y son cada vez más demandados. Si hasta hace poco era un extra, hoy lo raro es encontrar un vehículo camper que no lo lleve incorporado. Cada vez más eficaces y necesarios debido a la profusión del uso de aparatos GPS's, tabletas o móviles. Las placas solares por una parte ahorran combustible y electricidad de la red convencional y, por la otra, permiten gozar de más autonomía de estos auténticos hogares vivienda cuando se encuentran estacionadas lo que permite gozar de una experiencia camperista más libre y auténtica.
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