Me imagino que ya habrá oido aquello de que si todos los chinos consumieran al ritmo de un norteamericano medio harían falta dos planetas y medio porque simplemente la tierra no a tendría suficientes recursos. Hasta los más obtusos de pensamiento admiten ya que no es matemáticamente posible ni humanamente deseable un crecimiento indefinido basado en el modelo actual.
En la huella ecológica que generamos las personas o las familias tienen mucho que ver los medios que usamos para transportarnos en nuestros viajes. En este reportaje el periodista Daniel Gallas, del Servicio Brasileño de la BBC, compara entre las diferentes huellas ecológicas de dos familias,una residente en Miami (USA) y otra en Bujumbura (Burundi).
No se trata de aguarle la fiesta a nadie. Ya me imagino lo que ha podido pensar al leer el título del post más de uno: "claro, nos pasamos el año corriendo de un lado para otro atendiendo a todas nuestras obligaciones, pagamos nuestros recibos e impuestos y estamos deseando poder disfrutar toda la familia de esos días sagrados de descanso que llamamos vacaciones y, oiga, son sagradas, no me vengan con milongas ecologistas !".
Si, eso es innegable, nadie lo discute y menos en una página -familiasnRuta- donde abogamos por los viajes y la aventura con niños. También es innegable que todas nuestras acciones y patrones de consumo tienen un cierto impacto - que puede llegar a ser nulo- sobre el medio ambiente y producen más o menos emisiones de C02 sobre la atmósfera del planeta. Así pues en nuestro día a día y también en nuestras vacaciones lo queramos o no contribuimos en cierta medida según los casos sobre ese cambio climático . Si no somos capaces ente todos de frenar este proceso destructivo sus dañinos efectos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la salud de las personas afectarán de lleno a nuestros hijos y nublará su futuro en la tierra y el de las generaciones venideras.
Se trata de ser positivos y de pasar a la acción porque solo tenemos un planeta y es de todos, también de nuestros hijos. Desde aquí podemos calcular nuestra huella ecológica. Tenemos derecho a estar informados y a exigir a las Administración pública y a las empresas que eleven sus estándares de protección real sobre el medio ambiente y dejen de usarlo como una estrategia de marketing más. Como ciudadanos y consumidores tenemos el gran poder de priorizar a aquellas políticas y opciones del consumo que más respeten al planeta y a la vida que alberga. También en nuestros viajes y vacaciones familiares podemos tener esto en cuenta para minimizar nuestra huella ecológica. Me temo que esto no es una milonga, ya nos gustaría, oiga.