- Espere, por favor...
Te invito a hacer un ejercicio. La próxima vez que vayas a tirar tus residuos plásticos (que con toda seguridad haces en el contenedor de reciclaje, verdad?), tómate un momento para hacerte algunas preguntas: ¿cuántas veces al mes sacas esa cantidad de basura? ¿qué volumen harían todos esos residuos de un año en la cocina de tu casa? y ahora, lo más importante, ¿qué cambios harías, en esas circunstancias, para evitar llegar a semejante montaña de basura?
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Igual ya estarás pensando que, por suerte, ese plástico será reciclado, porque tú lo haces muy bien. Pues te traigo una mala noticia. Reciclar no es suficiente y por varias razones:
El reciclaje representa un consumo de energía importante, de agua y de recursos. Es menos que al producir un producto nuevo, por eso siempre será mejor. Pero si no se produce el residuo, este valor es cero. ¡Y eso es menos!
Al reciclar, inevitablemente se producen emisiones de gases de efecto invernadero, aunque sean menos que al producir un producto nuevo.
Existen muchos tipos de plásticos y solo un 2% de los envases de plástico se reciclan para producir nuevos envases de plástico. Esto es porque el plástico pierde calidad al ser reciclado. El plástico no se puede reciclar eternamente. Así que podemos alargar su vida por algunos ciclos, pero finalmente acabará en el vertedero, en la incineradora, o en medio de la naturaleza.
Estamos perdiendo la guerra contra el plástico. Cada vez producimos, consumimos y desechamos más plástico. Se calcula que a lo largo de la historia hemos producido unas 8300 millones de toneladas de plástico. La mitad se produjo durante los últimos 13 años.
Es aterrador. Y la solución no puede estar en el reciclaje porque, simplemente, no somos capaces de reciclar todo el plástico que estamos produciendo hoy en día, ni somos capaces de cubrir los niveles de demanda actual con plástico reciclado.
¿Quiero decir con todo esto que reciclar no es necesario? Para nada. Quiero decir que reciclar no es suficiente. Que debe ser siempre nuestra última opción, después de reducir nuestro consumo de plástico lo más posible, pero desde luego que tenemos que reciclar todo el que no podamos evitar desechar.
¿Y cómo se logra eso? Pues aquí te dejo diez gestos fáciles y accesibles para cualquiera, por los que te invito a comenzar:
¡Y que sea de todas! En España, de momento, sólo se han querido enfrentar a las de asas. Y mientras tanto, las más ligeras y transparentes, usadas para comprar a granel, siguen permitidas. Así que solo estamos poniendo un pequeño parche al problema.
La buena noticia es que hay sustitutas para todas. Puedes hacer tus propias bolsas, aprovechar algunas que tengas por casa o comprar las que te hagan falta. Incluso puedes usar muchas veces botes de vidrio o tuppers en su lugar. Lo importante es evitar las bolsas de un solo uso. Podrás encontrar una buena variedad de bolsas reutilizables de tela, incluidas para comprar a granel, en nuestra tienda online.
No son reciclables, están en el negro Top 10 de los artículos encontrados en mayor cantidad en las limpiezas de playa y muchos animales son susceptibles de atragantarse con ellas si las encuentran en su medio natural.
Las pajitas de papel tampoco son una buena opción: piensa que para fabricar papel hay que talar árboles y luego pasar su madera por un complejo proceso de elaboración. Luego hay que procesarlo para darle forma a esa pajita, y transportarla gastando energía para que nos bebamos un refresco y, tras unos instantes, tirarla a la basura.
Un derroche de energía y recursos. Y más basura, aunque no sea eterna como la de plástico.
Si realmente estáis habituados a usar pajitas en casa, lo mejor es comprar unas pajitas que puedas usar infinitas veces. Llévalas contigo y así los niños podrán beber con pajita en un restaurante sin generar más basura. Hay pajitas reutilizables de acero con cepillo a la medida que son una monada.
Si vas a organizar una fiesta, busca opciones reutilizables o pide a tus invitados que traigan de casa, siempre explicando que es por evitar residuos. Y si asistís a una fiesta o festival al aire libre, donde probablemente se usarán, puedes llevar desde casa tus propios vasos, platos y cubiertos reutilizables, o lo que necesites.
Una buena alternativa es una taza de acero como la de las fotos que ves a continuación, que puedes llevar contigo a donde sea, no se rompe y además, te evita beber en plástico, que tampoco es lo más aconsejable. Mucho menos en el caso de bebidas calientes.
Si te parece que es un esfuerzo muy grande lavar los reutilizables, piensa en todo el desperdicio de energía y recursos que se habrían utilizado para fabricar los desechables, y la cantidad de basura que se puede evitar con este gesto. Verás que tampoco es tanto trabajo lavarlos.
Si no consigues los productos de higiene sólidos o si no os veis en casa con lo del champú en barra, tal vez tengas cerca de casa una tienda de detergentes y cosmética a granel. Por ejemplo, en España se han hecho muy populares las tiendas Goccia Verde, pero cada vez hay más alternativas. Y si no cuentas con ninguna de las anteriores, entonces escoge formatos de gran tamaño para toda la familia.
Piensa que cambiamos de cepillos de dientes cada año, pero absurdamente los compramos de un material, el plástico, que dura cientos de años en degradarse (y jamás se biodegrada realmente). El bambú es más resistente al agua que la madera, dice que prácticamente no requiere riego y le atribuyen propiedades antisépticas, aunque en este último punto yo no entro sin pruebas.
¿Te sorprende este consejo? Piensa que en cada lavada de ropa se liberan una infinidad de partículas de plástico que van directamente al agua porque no hay filtro que las pare. Y no te voy a decir que vayas corriendo a cambiar todo tu armario, que poco solucionaríamos. Pero cada vez que tengas que comprar ropa nueva para ti y para la familia, piensa si realmente la necesitas, si necesariamente tiene que ser nueva (tal vez al menos puedas aprovechar una de segunda mano) y si hay una alternativa de tejidos naturales.
Hay un montón de razones para elegir juguetes de madera. Actualmente en España solo se reciclan los envases de plástico de los envases. Así que una buena decisión es preferir juguetes de materiales nobles como la madera. O, en todo caso, juguetes atemporales y de calidad, que sepas que algún niño podrá aprovechar cuando los tuyos ya no los usen. Un buen ejemplo son los legos, que mantienen un diseño casi intacto desde sus inicios. Tus nietos podrían jugar con los mismos legos que jugaste tú. En cambio, ¿cuántos juguetes de plástico no acaban inservibles tras un par de años de uso?
Desde luego, esta lista podría ser eterna. Porque ya sabes, consumimos plástico hasta en la sopa (y esto es literal). Pero creo que es un buen punto de partida. Si quieres ir un poco más allá, te recomiendo pasarte por este tour por los mejores consejos para una vida residuo cero o zero waste de grandes ecobloggers, ojear la sección de zero waste de mi blog, La Ecocosmopolita y pasearte por nuestra tienda online residuo cero, Usar y Reusar,
Saldrás con un montón de ideas para ahorrarle el plástico a tu familia y a todo el planeta
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