Porteo: ¿Bebés gorriones o bebes canguros?

    1 / 1 / 2011

    Última modificación: 

    26 / 5 / 2023

Sin categoría

Hace unos meses acudí a una charla de Gemma Guillamón en Barcelona con el título "Diferentes maneras de llevar al bebé en el mundo". Gemma es doula y miembro de la Asociación Española Fomento del Porteo. Así dió comienzo a mi curiosidad y seguí buscando por internet al tiempo que observaba a mamás y papas porteando niños por los lugares donde visitamos y preguntándome el porqué, para qué y como llevamos a nuestros bebés.

Entrando en la sala de la Biblioteca donde Gemma daba la charla recordaba como me frusté en los primeros meses de vida de mi hija al no poder llevarla en el portabebé que me habían regalado. No había manera, lloro tras lloro. Así que utilicé el cochecito más de lo que pensaba y deseaba. Habíamos comprado también la mochila Ergo pero hasta los 4-5 meses no era adecuada (a partir de ese momento sin embargo la ergo se ha convirtido en una cómplice fundamental para nosotros, sin duda una de las mejores adquisiciones que hemos hecho).

¿BEBÉS GORRIONES O BEBÉS CANGURO?

El ser humano es un mamífero porteador, o un primate llevador. Es decir, cuando nacen sus crías no están preparadas para salir trotando tras su madre (como los caballos o ciervos), ni suelen ser varios cachorros en cada camada, para darse calor en el nido (como los conejos, gatos o perros).

Y como nos explicaYolanda Thomé , alumna del Master de Sexología Clínica y de Salud, en un árticulo publicado en la web del Centro Amara ,”en la actualidad, cohabitan dos formas de ver al bebé, y así se consideran dos formas de atenderle: como si fuera un gorrión o como si fuera un canguro. En la forma de ver a los bebés como gorriones, todo se centra alrededor de un nido agradable (la cuna, parque,...) donde le llevamos lo que necesitan.” Por otro lado en la manera de ver al bebé como un canguro seguiriamos “las características de los mamíferos, que, aparte de dar de mamar, consisten en que la cria está en contacto con la madre (o padre) durante todo su tiempo de “no autonomía”. Los bebés humanos tienen esa misma necesidad de contacto,aunque no tienen la capacidad de agarrarse.

En revista Lactando pude leer llevar o no llevar al bebé, tanto en brazos, como en un portabebes, no es sólo una cuestión de práctica, sino también de especie. La manera como los animales crían a sus descendientes marca muchos detalles: la reproducción, la alimentación inicial, el tipo de leche si son mamíferos, etc. Las leonas, por ejemplo, dejan a sus cachorros bien escondidos mientras buscan alimento. Por eso, su leche es más concentrada, lo que les permite pasar largos periodos sin alimentarse. Para el obstetra francés Michel Odent, el embarazo humano es un proceso de 18 meses: 9 dentro y 9 fuera.

DESPERTAR AL MUNDO CON SUAVIDAD

Despues de pasar 9 meses en el vientre materno el bebé afronta indefenso el mundo externo. El portabebé es visto en varias regiones del mundo como una prolongación del útero materno , como esta bolsa intermedia entre la vida intra-uterina y la vida autónoma.

En el libro "Bebés du monde" de Beatrice Fontanet y Claire 'Harcourt se lee “La bolsa que forman algunos portabebés recuerda directamente el útero: el capuchón de la chaqueta de la mujer Inuit dentro de la cual su bebé, completamente desnudo, está calentito contra el cuerpo de su madre; la red dentro de la cual se lleva al niño en Nueva Guinea que, como el útero, se estira o estrecha según la posición del niño. Quizás sea por esa estrecha relación entre embarazo y “porte” que los portabebés son a menudo objetos muy importantes y personales, que se utilizan raramente para dos niños, como para los Matiz en Amazonia, donde, para cada niño de pecho se teje un nuevo portabebé con las fibras del cogollo de una palmera.”

" Encajado contra el armazón de la espalda o contra la cadera de su madre, acunado en el hueco de un paño o en un portabebé en piel- a menudo hecho con el animal sacrificado con ocasión de su "bautismo"- el bebé africano va a poder afrontar el mundo con suavidad, acurrucado contra su madre como si estuviera en su vientre. El portabebé mismo está cargado de símbolos en relación a la maternidad: en Rwanda, la misma palabra se emplea para designar la placenta y la piel de cordero dentro de la cual se coloca al bebé. Para los Dogos en Mali, las telas para llevar a los niños están hechas de bandas de tela teñidas en azul índigo que evoca el líquido amniótico"

YO PORTEO, TU PORTEAS

Yolanda Thomé, expresa en sus conclusiones : “Si lo que queremos es que sobrevivan nuestros bebés, no nos queda más remedio que atenderles con cariño y darles un poco de nuestro tiempo. Y eso lo hacemos. Pero si queremos más, si queremos que crezcan con alegría, disfrutando de la vida, con confianza en ellos mismos, con seguridad y libertad, nos toca hacer algo más que atender con cariño sus necesidades físicas. Nos toca criarlos como mamíferos portadores y portados que son y que somos. Nos toca responder en la mayor medida posible a sus necesidades emocionales. Responder a ellas es darles confianza y autoestima.

Sin embargo, no llevamos incorporada una bolsa en nuestro cuerpo como los canguros. Pero sí tenemos la capacidad de crear herramientas, de crear formas de llevar a nuestras crías piel a piel”

Los estudios de Emi Pickler de Budapest realizados en una institución confirman las conclusiones de Yolanda, al comprobar que en un orfanato que para sobrevivir necesitan tanto alimento de leche como de caricias.

Me pregunto porque la naturaleza no nos ha proporcionado una bolsa como los canguros. Algo así deben pensar muchas madres y padres, sobretodo aquellas que han utilizado el tan alavado método canguro sobretodo en bebés prematuros pero útil para todos los bebés en todos los lugares del mundo.