Diez recomendaciones para viajar en avión con niños


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Nosotros ya hemos viajado unas cuantas veces en avión desde que nuestra hija tenía unos pocos meses y salvo algún momento puntual no podemos decir que haya sido una mala experiencia.

Dentro del viaje en familia la parte del avión suele ser el malo de la película; el precio a pagar por trasladarse tan lejos en tan poco tiempo. Pero si las condiciones metereológicas y turbulencias varias no nos juegan una mala pasada surcar el cielo suele ser una experiencia divertida para los peques. Todo va a depender de la edad de los niños, la duración del vuelo y de nuestras propias expectativas. Es importante tener en cuenta algunas cuestiones básicas. El resto forma parte de la aventura de viajar.

1. Volando con bebés y niños de hasta 2 años

Los niños de menos de dos años no ocupan asiento propio y se les proporciona un cinturón supletorio que va enganchado al de la madre o padre. Dar el pecho es tan importante o más dentro del avión que fuera y un sistema ideal para alimentar y tranquilizar al bebé y evitar molestias en los oídos por las diferencias de presión sobre todo durante el despegue y aterrizaje.

Para los más grandecitos un buen truco también puede ayudar masticar un chicle o un caramelo. Durante el vuelo y especialmente con los bebés hay que estar atento a la sequedad en la garganta y ojos así como al frío que produce el aire acondicionado.

Diez recomendaciones para viajar en avión con niños

2. Precio de los billetes

Puedes consultar y comparar los mejores precios y combinaciones para volar.

Los niños hasta dos años de edad únicamente pagan las tasas. Los niños entre los 2 y los 12 años pagan aproximadamente un 80% de un billete y a partir de los 12 en la mayoría de compañías ya pagan el billete como un adulto.

Puntualmente y normalmente fuera de temporada algunas compañías hacen ofertas de billetes de avión para niños gratis o a mitad de precio.

3. Documentos para volar

En vuelos internacionales se exige el pasaporte y es importante conocer el número de este documento para formalizar el billete. Los controles son especialmente estrictos viajando con niños. Para viajes de una cierta duración hay que tener en cuenta que la validez de los pasaportes de los niños es menor y que muchos países exigen que a la entrada al pasaporte le quede una validez mínima de seis meses.

Para vuelos interiores por España es suficiente con el libro de familia hasta los 14 años. La pretensión de alguna compañía de exigir, en vuelos interiores, un DNI o pasaporte propio para el niño ha sido declarada ilegal en diversas sentencias. Recuerda que para obtener el pasaporte es necesaria la presencia y autorización de los dos progenitores y debe hacerse mediante cita previa con suficiente antelación.

4. Preferencias para las familias durante el vuelo

Últimamente ha habido propuestas y rumores para segregar a las familias dentro de los vuelos o para fletar vuelos vetados a los niños. Sin embargo afortunadamente la pauta general de las compañías y la tripulación es ayudar a las familias con ciertas preferencias.

En la generalidad de las compañías las familias con niños hasta los siete o doce años según los casos tienen el embarque preferente. En viajes internacionales a la llegada en algunos aeropuertos las familias suelen tener también preferencia para los trámites aduaneros.

Diez recomendaciones para viajar en avión con niños

En los controles de seguridad, para entrar en el embarque, normalmente a las familias con niños pequeños se les permite llevar una botella o botellín de agua pero eso siempre depende de su buena voluntad (o no). Posiblemente el momento de pasar los controles junto a nuestros peques sea la parte más pesada y por momentos estresante del vuelo, siempre mejor tomárnoslo de la mejor manera posible.

5. Carrito, cochecito y accesorios

Se puede embarcar con el carrito. Hay que plegarlo para pasarlo por el scanner y se llega con él hasta el mismo avión donde la tripulación lo recoge y entrega a la salida misma del avión.

Mira que puntazo: Air New Zealand anuncia unos asientos para padres e hijos y está todo el mundo alucinado. Pero por si acaso vuelas con otra compañía BedBox es un gadget patentado para niños hasta de 6-7 años que fusiona una maleta de viaje con una cama.

Jet Kids

Un piloto y su esposa pasaron seis años desarrollando BedBox®. Esta maleta-cama únicamente pesa unos tres kilos, viene con colchón, ruedas y hasta 20 litros de capacidad. La maleta tiene las dimensiones permitidas para equipaje de cabina.

6. Asientos.

Siempre es recomendable llegar pronto para facturar y asegurarse de que nos otorgan asientos contiguos. También se puede preguntar por los asientos que tienen más espacio delante.

7. Juegos y pasatiempos

En vuelos largos muchas compañías regalan a los niños hojas para pintar o algunos juegos. También a menudo encontramos pantallas frente a cada asiento donde se encuentran películas infantiles (mano de santo en viajes largos, la verdad).

No hay que olvidarse de subir a la cabina juguetes variados y pequeños como peluches, libros, plastelina o juegos de mesa. No podremos hacer carreras y quizás tampoco jugar al escondite pero si es muy recomendable hacer una caminata por los pasillos para estirar las piernas, ver y descubrir con quien compartimos el viaje y quizás conocer más niños y niñas.

8. Comida

En el avión la tripulación suele estar atenta y calentará un biberón o una comida para nuestro hijo o hija y salvo alguna compañía de low cost muy cutre nunca te regateará un vaso de agua para tus peques. Para que engañarnos la comida ofrecida por el avión en los menús infantiles de los vuelos de largo recorrido tampoco es precisamente de alta cocina así que es muy recomendable llevar preparada para el viaje suficiente y variada comida para picar. El vuelo no es el mejor momento para ser estricto con las galletas o alguna golosina.

9. Inseguridades y miedos

En los días previos al vuelo es bueno prepararlos explicándoles con algún libro o juguete que vamos a volar y enfatizando la parte lúdica del viaje (vamos a ver las casas pequeñitas, nubes y las montañas...) y escuchando sus posibles miedos. En general si nuestros hijos nos ven tranquilos y confiados van a tender a estarlo ellos también y, si me permites contarte un secreto, ellos tienen mucho menos miedo que yo, les encanta volar en avión!

10. Volar también es aprender

Para un niño pasar mucho tiempo en un lugar tan reducido con los movimientos a veces tan limitados puede pasar por fases algo comprometidas, pero en general sorprende la madurez con que los peques lo afrontan.

En definitiva volar es muchas veces en la actualidad indisociable al hecho de viajar y una experiencia de aprendizaje más de la vida. Así que también puede ser oportuno enseñarles que volar también supone hacerle de alguna manera un daño a la tierra, un impacto ambiental negativo que contribuye al calentamiento global y que existen medios de transporte más amigables con la tierra.

Clica aquí para consultar una completa información para volar con niños incluyendo las políticas al respecto de multitud de compañías

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