- Espere, por favor...
Tras casi un año y medio viviendo en Noruega (Trondheim) con mi familia, seguimos con algunas novedades importantes. A mitad de agosto empezó una nueva y excitante etapa para mi hijo mayor en Trondheim: El paso de la barnehage, de la que os comenté ampliamente hace unos meses aquí, a la escuela (skole) pública.
En su primer día de skole, el pasado dieciocho de agosto, las cámaras de fotografiar se agolpaban en la entrada de la escuela para inmortalizar el instante. Y es que para las familias noruegas éste es un momento crucial. Y para nosotros también.
Algunas semanas antes las madres y los padres antes van con los niños a comprar la mochila y el estuche con colores. En nuestro caso no hizo falta la mochila, porque la escuela la regalaba, aunque sí tuvimos que adquirir una pensada para ir de excursión. En Noruega, la educación en contacto con la naturaleza es algo vital.
Una de las actividades más típicas es trepar por los árboles. El primer día que vi subidos a mis dos hijos reconozco que me asusté, pero luego a todo se acostumbra una. Y lo cierto es que para ellos es toda una aventura y disfrutan. Para todo ello necesitan ropa variada (diversos trajes en función de la estación, gorros, guantes, ropa interior de lana etc.) y muchos zapatos y botas diferentes. Algún día os lo contaré con detalle. Es todo un mundo las prendas de vestir que se usan tanto en la skole como en la barnehage. Representa un presupuesto económico importante para las familias que se debe prever. Pero es algo necesario debido a las diferentes condiciones meteorológicas del país. Y lo cierto es que les permite disfrutar de la naturaleza sin restricciones.
Asimismo, es típico que el primer día de curso los niños y niñas estrenen ropa nueva. Iban todos y todas hechos un pincel. Por otro lado, el paso a la skole representa un cambio enorme para los chicos y chicas a sus seis años de edad. En la skole ya tienen asignaturas. Matemáticas y noruego son las principales. La prioridad en este primer curso es el aprendizaje de la escritura y la lectura. Pero también se imparte inglés, educación artística y educación física. Se usan libros de texto (gratuitos para las familias) y material libre que se prepara en el centro educativo. La música y los cuentos son un instrumento didáctico importante. Y no pierden la tradición de ir de tur o excursión una vez por semana.
Tienen pequeñas tareas diarias para hacer en casa con la colaboración y/o supervisión de un adulto. Se parte de la idea de escuela participativa y educación compartida. Hace poco nos dieron una guía sencilla para estimular el gusto por la lectura en casa, así como su aprendizaje. El día que leyó su primera palabra ¿qué deciros? Su padre y yo nos sentimos muy orgullosos y emocionados a la vez. Y es que la lectura abre un mundo de posibilidades. En Trondheim las skole y barnehage trabajan mucho con las historias y canciones de Alf Prøysen, un autor a través del cual se puede conocer cómo era la Noruega rural de antaño. Como dato interesante, deciros que la cantante y cantautora nicaragüense Katia Cardenal ha traducido e interpretado muchas canciones de Alf Prøysen en español.
Así, algunos días leemos palabras juntos, otros toca caligrafía, números, jugar al parchís. Otros días pensar en diferentes temas como, por ejemplo, cómo es un buen amigo. Ayer teníamos que ir a dar un paseo y que él nos explicara qué representa el otoño en la naturaleza. Cogimos un montón de hojas y luego hicimos algunas manualidades en casa. También observamos como las setas hacen acto de presencia en muchos jardines y bosques del barrio. Y en algunas casas empiezan ya a apilar leña para el invierno.
Eso sí, durante el fin de semana no hay ninguna tarea más que disfrutar del tiempo libre.
¿Qué más? Son dieciséis o diecisiete por clase y tienen un maestro o maestra, que es quién imparte las asignaturas antes referidas. Una de las cosas que me sorprende es que hablan sobre el bullying cada semana. A través de diferentes materiales, les explican lo dañino de estas actitudes hacia cualquier persona. Desgraciadamente es algo que existe en todas partes por lo que leo como algo positivo que se pueda hablar abiertamente. De hecho, la filosofía de la escuela es el respeto.
Otra cosa que me encanta (que también existía en su escuela de Barcelona) es la figura del padrino. Todos los alumnos y alumnas del primer curso tienen asignado a otro de mayor edad que les ayuda a integrarse en su nueva etapa escolar. Hacen algunas actividades conjuntas y la verdad es que mi hijo adora al suyo.
En cuanto al horario reglado es entre cinco y seis horas diarias, dependiendo del día. Tienen dos patios de cuarenta y treinta minutos respectivamente. Hasta este momento es gratuito. Asimismo, si se necesita, antes y después del horario escolar existe en la misma escuela un servicio de acogida o SFO de pago. Allí se organiza el servicio de comedor y diferentes actividades para los alumnos, aunque también se les deja muchos ratos de juego libre. En nuestro caso, lo usamos parcialmente y estamos contentos, porque es una manera de relacionarse con niños de diferentes edades fuera de las asignaturas regladas.
Las clases finalizan en junio y durante el curso tienen, aparte de las fiestas oficiales, dos semanas de vacaciones conocidas como vacaciones de otoño (octubre) y vacaciones de invierno (febrero)
A medida que avance el curso, espero poder contaros más cosas. Pero si os pica la curiosidad y queréis saber cómo nos va por estos lares en general, os invito a visitar mi blog, Mariposas en Noruega
¡Hasta la próxima!
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