- Espere, por favor...
Los castillos de Europa son los castillos por antonomasia. Los hay de toda clase: en lo alto de una colina, en el centro de una ciudad, castillos en el bosque o junto a un río...en Europa encontramos mil y un castillos para todos los gustos, con diferentes estilos, antigüedad o diferentes estados de conservación.
Los que seleccionamos son todos visitables, os están esperando; son auténticas joyas. Viajando con niños los castillos pueden convertirse en una auténtica mina de anécdotas, aventuras y diversión. Consultad sus webs, no pocos de ellos ofrecen actividades de animación o actividades infantiles. Siempre fascinantes, nos hacen volar la imaginación transportándonos a otro tiempo, a tras épocas. Los castillos de Europa tienen en común una y mil historias donde la realidad se funde con leyenda para hablarnos de épicas batallas, conquista, resistencia o dominación, de romances apasionados y...un sinfín de intrigas palaciegas. Son inspiradores...hasta para Hergé, Ian Flemming o ¡Walt Disney!.
El Castillo de Edimburgo es una maravilla histórica, perfecto para visitar con niños, en una ciudad de película llena de rincones únicos. Esta imponente construcción ha sido fortaleza militar, palacio real, cuartel y prisión según las visicitudes de una historia que se remonta nada menos que al siglo VI. El Edimburg Castle es hoy también la atracción estrella de la ciudad visitada por turistas venidos de todos confines del planeta.
El Castillo se asienta sobre el Castle Rock un volcán extinto, emplazamiento estratégico que domina toda la ciudad y territorio circundante hasta la costa. Nosotros los visitamos a lo largo de dos horas, sin parar, solo nos perdimos los museos militares que alberga. A remarcar las mazmorras cuyo ambiente está perfectamente recreado (menos afortunadamente el olor insoportable). Una de las mejores entradas que hemos leído sobre la visita al Edimburg Castle con niños la encuentras en este enlace
En la actualidad el Castillo se encuentra custodiado por una guardia militar escocesa vestida con sus trajes tradicionales que sigue celebrando sus coreográficos relevos para regocijo de centenares de aparatos fotográficos (y no íbamos a ser una excepción). Visita imprescindible.
Escocia es tierra de castillos. Tienen nada menos que 3.000, de los cuales quedan 100 visitables. Junto al de Edimburgo, el Castillo de Sitling es otra maravilla para visitar con niños. Es el segundo más visitado, toda una atracción que que no hay que perderse perfecto para una escapada de un día desde Edimburgo (40km).
Encaramado en un risco, rodeado por acantilados cortados a pico, el Castillo de Stirling es una muestra cumbre de la arquitectura renacentista escocesa y más que un testigo casi un protagonista de excepción de la historia de Escocia en su papel de fortaleza militar estratégica y residencia real que albergó la coronación de rey Jacobo VI de Escocia y, posteriormente, de su hija la mítica María Estuardo. Stirling ocupa un lugar central en la historia escocesa por su papel crucial en las batallas por la independencia del reino de Escocia, protagonizadas por los héroes nacionales William Wallace y Robert the Bruce (sobre las que se basa la película Braveheart)
Hay que aprovechar que hoy en día resulte bastante fácil franquear sus puertas y sus imponentes murallas. Además de las vistas que se dominan desde dentro de sus murallas pudimos conocer el antiguo edificio del rey incluyendo las estancias privadas de los monarcas, el gran salón y la recreación con figuras humanas de como funcionaban las cocinas del castillo.
Los niños alucinarán con la visita a tan privilegiado lugar, para sumergirse en su historia y ¿porque no?, formar parte de ella durante unas horas. La visita puede realizarse en una mañana (o una tarde completa), recomendamos encarecidamente llegar a primera hora para poder visitarlo con la tranquilidad que se merece.
Otro destino cercano a tener en cuenta si viajamos con niños es el Battle of Bannockburn , situado a 3 kms, se trata de un centro que recrea las legendarias batallas del Castillo de Stirling ofreciendo la posibilidad de participar virtualmente en ellas a través de proyecciones, videojuegos y tecnología 3D. Pero esto no se acaba aquí...ni mucho menos. Para conocer otros legendarios castillos de Escocia te recomiendo la entrada un viaje a Escocia con niños a través de 5 castillos encantados y en general nuestra entrada sobre 15 planes en Edimburgo con niños
Guardamos un grato recuerdo de la visita a este impresionante castillo medieval restaurado y magníficamente conservado. Situado en el sur de Francia, cerca de Toulouse y Foix, la visita a la Ciudad Medieval (Cité) puede convertirse en el complemento perfecto si viajamos con niños por el sur de Francia siguiendo en parte del ruta de los Cátaros. La Cité de Carcassonne se alza sobre un promontorio rocoso que domina el curso del río Aude.
Carcasonne destaca como población medieval fortificada, aunque la presencia humana en el lugar se remonta al siglo VI antes de J.C. gracias a la implantación de un hábitat galo que se convirtió en un centro urbano muy activo en la época romana. Llegados a este punto y aunque geográficamente estén muy lejos, no estaría de mas tener a mano un libro de Asterix para explicar a nuestros niños la relación entre los galos y los romanos. En el siglo III después de J.C. se construyó una muralla, cuyos vestigios son aun visibles en la muralla interior. Es en el lado oeste de dicha fortificación primitiva donde los vizcondes de Trencavel construyen el castillo en el siglo XII, ampliado y protegido por una muralla un siglo más tarde.
Poco a poco la fortaleza va creciendo y después de la Cruzada contra los Albigeois, el vizcondado pasa a formar parte del reino de Francia (años 1226). En el siglo XIII, se construye la muralla exterior y se inician las obras de modernización de la muralla interior. Desde entonces y hasta la firma en 1659 del tratado de los Pirineos, Carcassonne se convierte en la pieza principal del dispositivo de defensa de la frontera entre Francia y Aragón.
Salvada de la demolición gracias a la mobilización de un buen grupo de eruditos carcassonnenses y de Prosper Mérimée, la Cité es objeto entre 1844 y 1911, de un inmenso trabajo de restauración confiado por el Estado Francés al arquitecto Eugène Viollet le Duc, dejándola tal y como la conocemos hoy en día. Dentro de la Cité existen varios restaurantes ideales para familias, destacan las recetas a base de costillas de cordero, un producto muy cotizado en la región. Para los niños, un trenecillo turístico da la vuelta a la toda la ciudad medieval, siendo una opción divertida a la par que interesante, para descubrir la ciudad cómodamente antes o después de sumergirnos en el castillo.
Entre tanta maravilla arquitectónica, el director Kevin Reynolds no pudo ignorar las condiciones de una ciudad que resultaba el escenario ideal para rodar el filme Robin Hood, príncipe de los ladrones, protagonizado por Kevin Costner en 1991. La película trajo consigo un enorme crecimiento a nivel de turismo en Carcasonne. Como padre, escritor y comunicador, recomiendo ver la película en casa antes de visitar el castillo, será una excelente fuente de información y motivación para los niños.
A mediados de 1981 me regalaron un puzzle Educa...fue la primera vez que vi en una imagen el castillo de Neuschwanstein. Luego lo vi en libros de texto, revistas...y en películas como "Chitty Chitty Band Bang" con Dick Van Dike y Benny Hill o "La loca historia de las galaxias" de Mel Brooks. Tras muchos años en stand-by, no fue hasta el año 2012 cuando por fin pudimos verlo en familia. Sin lugar a dudas, estamos delante de una maravilla salida de un cuento o de una caja de Exin Castillos ¿os acordáis?.
Neuschwanstein (que en alemanán significa nuevo cisne de piedra) fue construido en 1866 por orden del rey Luis II de Baviera, conocido como el Rey Loco, que lo mandó edificar en un marco incomparable, rodeado de lagos y cumbres, justo en la frontera entre Alemania y Austria. Según parece, Walt Disney se inspiró en Neuschwanstein para crear los castillos de sus parques temáticos, que siguen el ejemplo de La Bella Durmiente. La visita al castillo entra dentro de la famosa Ruta Romántica, que permite visitar el sur de Baviera, incluyendo los castillos de Hohenschwangau y Neuschwanstein, varios lagos y unos bosques de película. En verano nos bañamos y dimos un precioso paseo en barca...ideal para hacer brazos.
El castillo se encuentra situado en las estribaciones de la Ammergebirge (Parque Nacional), lo que muchos bávaros de la región consideraban como la puerta de los Alpes, destacando por encima del resto las cumbres del Säuling y el Hochplatte. Como curiosidad, y para que los niños alucinen un poco antes de entrar, podemos explicarles con voz de misterio...que el castillo se construyó con una tecnología avanzada a su tiempo...poseía una completa red eléctrica, de las primeras en Alemania (muy por encima de lo normal) y en las estancias del rey, descubrimos el primer teléfono móvil de la historia, con una cobertura de seis metros, un invento revolucionario que sorprendería al mismísimo Barón que odia a los niños en "Chitty-Chitty Banf Bang".
El diseño del castillo no es funcional, pero es muy estético y está llego de recursos. El interior es igual de espectacular que el exterior; como detalle, dejadme que os explique que las cocinas aprovechaban el calor siguiendo reglas elaboradas por el gran Leonardo DaVinci. La locura del rey Luis II, también tenia sus puntos positivos. ¿No creéis?.
Recomiendo subir la castillo desde el centro de Hohenschwangau (donde dejaremos el coche o el bus) subiendo por el camino del Marienbrücke, el famoso puente desde donde suelen agotarse las tarjetas de memoria de muchas cámaras, y bajar siguiendo la ruta del Rodelmöglichkeit. En unos 30-40min llegaremos a las puertas de Neuschwanstein, estratégicamente enclavado entre bosques frondosos. Un último detalle: vale la pena informarse antes de viajar hasta Hohenschwangau, pues cada X años se restaura a nivel exterior, presentando el aspecto de la imagen que veréis a continuación...
La fortaleza mas grande de Europa construida en ladrillo, se encuentra situada a una media hora en tren de Gdansk, lo cual nos permite visitar la ciudad y el castillo el mismo día si no tenemos mucho tiempo. Estamos hablando de un castillo fantástico, que hará volar la imaginación de los mas pequeños. Es perfecto para visitar con niños y solo la historia de su fundación, da para un buen libro o una película. Fue construido con la intención de convertirse en el cuartel general de la Órden Teutona y sede de su Gran Maestre en el siglo XIV.
La Orden de los Caballeros Teutónicos era religiosa y a la vez militar, como los Templarios (hablaremos de ellos en el castillo de Montsegur), aunque el nacimiento de los Teutónicos es bastante posterior al de las órdenes de Templarios y Hospitalarios, creadas en la ciudad de Jerusalén poco después de que concluyera la Primera Cruzada (1096-1099). Los Caballeros Teutónicos nacen casi un siglo después, al terminar la Tercera Cruzada. Debido a la devoción de sus miembros, el castillo se construyó en honor a la Virgen María, siendo conocido como el castillo de Marienburg.
Si viajamos con niños es importante prepararles antes de entrar, pues es un castillo enorme y hay que dedicarle algo de tiempo, pues está lleno de detalles, como las cocinas...
Al estar situado en Polonia, el castillo ha vivido mil y una aventuras, algunas realmente crueles, siendo restaurado a mediados del siglo XIX (por primera vez) gracias al esfuerzo de Konrad Steinbrecht. Como pasó en casi toda Polonia, la II Guerra Mundial arrasó pueblos y ciudades y el castillo sufrió graves desperfectos que obligaron a realizar una profunda restauración. Con la intención de mostrar los horrores de la guerra, la catedral se ha mantenido tal y como quedó tras la guerra, pero el resto está restaurado a conciencia y desde 1997 forma parte del Patrimonio de la Humanidad (UNESCO).
Lituania es un pequeño-gran país ideal para visitar con niños de abril a octubre. Los inviernos son muy duros, pero también tienen su magia a - 30 grados. Ya que estamos, con un poco de tiempo podemos subir hasta Letonia y Estonia, cruzando en dos horas hasta Finlandia (Tallinn-Helsinki en ferry). Las repúblicas bálticas se han puesto al día y año tras año reciben la visita de muchas familias que, sea en bici, en bus, tren o coche...deciden recorrer sus tierras casi llanas, con suaves desniveles y unos paisajes de películas realmente fascinantes.
Junto al Parque Nacional del Istmo de Kurlandia, con sus dunas en el Báltico y la fortaleza de Kaunas (con su campo de concentración nazi), uno de los monumentos más visitados de Lituania es el elegante castillo de Trakai, situado a poco más de media hora en bus de Vilnius, la capital lituana. El castillo se levanta sobre una pequeña isla en un precioso lago, muy cerca del centro deTrakai. Una vez cruzamos un puente de madera, llegamos a las puerta del castillo, donde podemos explicar a nuestros peques la curiosa historia de su construcción.
El precioso castillo de Torrechiara, situado en una preciosa colina a 18 kilómetros de la ciudad de Parma, destaca por sus imponentes torreones que combinan elementos medievales y del Renacimiento. Atención a la historia peliculera sobre la familia Rossi: El castillo fue construido por Pier Maria II de Rossi entre 1448 y 1460, sobre las antiguas ruinas de una casa fortificada de 1259 (algunos restos todavía son visibles).
Segovia es una de las ciudades mas bonitas de España (y lo bien que se come). El Alcazar no podía faltar en esta selección de castillos de Europa pues es una maravilla, se mire desde donde se mire y aunque está restaurado casi en su totalidad, todavía mantiene la esencia y algunos elementos originales de la época, siendo uno de los castillos mas impactantes de toda España, que podamos visitar con niños.
El Alcázar se levanta donde confluyen los ríos Eresma y Clamores; recomendamos visitar antes de entrar los jardines con el monumento erigido a los héroes de la Guerra de la Independencia (Daoiz y Velarde), que es obra del escultor segoviano Aniceto Marinas. A nuestra izquierda veremos la Casa de la Química, construida en la época de la Ilustración y centro de investigación de Louis Proust.
En este punto los padres debemos poner a prueba la inventiva y la capacidad para resultar didácticos entreteniendo a la vez. El Alcázar nos permitirá explicar historias que trasladarán a los niños hasta otra época, descubriendo como los reyes se interesaban por la astronomía o como encerraban a sus enemigos en las frías mazmorras del castillo.
A través de escalera de caracol muy peliculera, podremos subir hasta la terraza panorámica de una de las torres, desde donde se divisa una preciosa vista de la ciudad. Recomendamos dar un buen paseo por alguno de los senderos señalizados que rodean la cuidad, sea por la mañana o después de una buena comida en familia. Para las familias con niños senderistas, Segovia dispone de una red de caminos y senderos que rodean la ciudad y que permiten disfrutar de panorámicas realmente interesantes.
El castillo de Cardona es la fortaleza medieval más importante de Cataluña, situado sobre una colina (585m) dominando la ciudad de Cardona. Todo el conjunto monumental del castillo y la canónica de Sant Vicenç resumen a la perfección los 2.500 años de ocupación humana de una zona donde destacan la cuenca fluvial del río Cardener y la sal, mineral que aflora en Cardona y cuyas minas todavía pueden visitarse.
Construido en el año 886 por orden de Guifré el Pilós, es una excelente combinación de estilos románico y gótico. Desde 1976 funciona como parador de turismo, pero se puede visitar el recinto amurallado y pasar a la canónica de Sant Vicenç, una muestra del románico primitivo en Catalunya que fue consagrada el año 1040 y que ha sido declarada monumento nacional.
Este monumento nacional constituye un verdadero compendio de fortificación militar. La explotación de las salinas, en cada época, ha dejado su huella en la fortaleza. Fue sede de uno de los linajes nobiliarios más influyentes del país: los Vizcondes, Condes y finalmente Duques de Cardona, "los ricos señores de la sal" que se emparentaron con las casas reales europeas más importantes.
El Castillo ha sido impenetrable a todos aquellos que históricamente lo han querido conquistar, fue defendido heroicamente en la Guerra de Sucesión (1711-1714) constituyéndose como el último bastión de la causa austracista contra el ejército de ocupación borbón, de ahí su "título" de último bastión de las libertades catalanas.
Otro de los grandes castillos ideales para visitar con niño lo encontramos en Granada. Por mucho que el nombre Alhambra tenga sus orígenes en una palabra árabe que significa "castillo rojo o bermellón", siendo este uno de los edificios mas impresionantes que pueden visitarse hoy en día en España, comparable a la Sagrada Familia de Gaudí. Los niños recibirán sin lugar a dudas, una impresionante lección de historia (y de paso de arquitectura) visitando una fortaleza creada originalmente con propósitos militares.
No existe ninguna referencia de la Alhambra como residencia de reyes hasta el siglo XIII, aunque la fortificación existe desde el siglo IX. Los primeros reyes de Granada, los Ziritas, tenían sus castillos y palacios en las colinas de Albaicín, y nada queda de ellos. Los monarcas Ziries fueron con toda probabilidad los emires que construyeron la Alhambra, comenzando en 1238. Una de las zonas mas interesantes es la Alcazaba, la parte más antigua de la Alhambra, reconstruida sobre las ruinas de un castillo del siglo IX.
La Casa Real también tiene su atractivo, formada por pequeños palacetes con una serie de estructuras que les rodean que nacieron de una necesidad puramente transitoria y ornamental. Desde el siglo XVI, a estos alcázares nazaritas se les ha designado como Casa Real Vieja para distinguirlos de los edificios cristianos. Y para terminar, podemos visitar con los niños los famosos jardines del Generalife , palabra que ha sido traducida como "jardín del Paraíso", "plantación" o "jardín festivo". En resumen: un edifico único, que resiste con orgullo el paso del tiempo a los pies del Parque Nacional y la estación de esquí de Sierra Nevada.
El Castillo de Loarre es otra de las joyas que podemos visitar en España, una maravilla de película, como veremos. Tuvimos la suerte de poder haber visitado de forma guiada por el castillo románico (estilo jaqués) mejor conservado de toda España y uno de los más destacados a nivel europeo. El Castillo de Loarre se construyó en Aragón durante el SXI (reinado de Sancho III), cuando los cristianos contemplaban la fértil Hoya de Huesca que dominaban los musulmanes. Eran otros tiempos, donde la vida valía muy poco y donde el ser humano, mostraba su lado mas oscuro y siniestro.
Durante la visita (precedida de una proyección en el centro de visitantes con cafetería) la guía nos explicó multitud de detalles sobre la construcción y la arquitectura de todo el edificio, concebido primero como lugar de defensa y protección, y posteriormente dotado de iglesia (consagrado como abadía). El castillo tiene un punto mágico, muy cinematográfico, algo que el director Ridley Scott, descubrió cuando rodó en Loarre la irregular “El Reino de los Cielos”, con Orlando Bloom, Jeremy Irons y Edward Norton.
Muy interesante fue la explicación del simbolismo de las esculturas que adornan sus inmensas puertas y ábsides, las condiciones de vida de la época, las mazmorras, la cocina, la sagrada cripta, la zona donde entrenaban los soldados, el pasadizo secreto subterráneo pensado para que en caso de ataque pudiera escapar el rey desde la última torre refugio. La imaginación de los niños se disparará cuando visitamos un ala del castillo que se ha mantenido casi intacta, con numerosas estancias interiores visitables.
Las costas de Dover...¿cuantas veces las hemos visto en revistas, libros, postales o películas?. Como puede observarse en las fotos, el paisaje es 100% británico: interminables verdes donde pasta el ganado muriendo en abruptos acantilados. De abril a septiembre, las tardes son largas, con juegos de luces y sombras y un sol esquivo que brilla aterciopelado dibujando un paisaje melancólico.
Resulta todo un placer poder divisar todo tipo de barcos de gran calado y entre ellos muchos ferrys desde el punto más cercano a la Europa continental, separado a tan sólo 34 km del puerto francés de Calais. Este hecho hace que Dover sea el puerto de referencia para cruzar el Canal de la Mancha, con más de 18 millones de pasajeros anuales.
Las mejores vistas que no nos quisimos perder de ninguna manera sobre el Canal de La Mancha y el puerto de Dover son las que se aprecian desde el Dover Castle, no muy diferentes de las que veía el mismísimo rey Henry II. Edificado en el siglo duodécimo el Dover Castle es el castillo más grande en Inglaterra cuya importancia histórica militar enorme fue decayendo progresivamente hasta hasta la II Guerra Mundial donde aún fue activo.
Llamado la «Llave de Inglaterra» a causa de su estratégica proximidad a Francia El Dover Castle es otro de los grandes castillos de Europa y rezuma épica por los cuatro costados siendo una de las grandes joyas imprescindibles del patrimonio histórico inglés. Su estado de conservación y mantenimiento está a la altura del precio de su entrada.
Para nuestro gozo llegamos el fin de semana de celebración de Saint George. (San Jorge / Sant Jordi). La larga afluencia de público nos hizo temer por colas y aglomeraciones pero el castillo, sus espacios exteriores e interiores son tan amplios que en ningún momento lo sentimos lleno. Más bien al contrario durante ese fin de semana se celebraba un mercado, exposición de oficios y armas, luchas entre caballeros incluyendo al mismísimo Saint George.
Dentro del castillo interminables pasillos y escaleras. Recorremos las estancias donde se recrea tanto la vida noble y palaciega del castillo, los aposentos reales o la sala del trono como las cocinas y almacenes que ocupan los pisos inferiores.
Las actividades para niños son...interminables, y ¡ojo!, no os perdáis la exposicion con video animados interactivos sobre la historia medieval del castillo así como el museo (patriótico y muy militar con Princesa de Gales incluida) dedicado a exaltar las glorias coloniales-militares británicas en el exterior...hasta casi la actualidad incluyendo reproducciones de armas y escenas históricas que impresionan por su realismo.
A nuestro juicio visitar el Castillo de Dover con niños vale la pena a pesar de su precio (existen fórmulas de descuento para familias en su web y también en su ticket si este es combinado con otras visitas a monumentos históricos ingleses), especialmente coincide con alguna celebración señalada en el castillo a lo largo del año.
El castillo de Castelnaud resulta ideal para mezclar una amena clase de historia con aventuras de capa y espada. Escenario de célebres batallas de la Guerra de los 100 años, el castillo está situado en tierra fronteriza y fue sede templaría. No debemos olvidar que la Dordoña-Perigord y sus riquezas siempre han sido codiciadas por amantes de lo ajeno con ganas de guerra...y en Castelnaud los niños disfrutarán de lo lindo.
El Castillo de Castelnaud estuvo involucrado en decenas de episodios bélicos, asediado y defendido y en ocasiones, su conquista se pagaba muy cara (sí, y es que a veces la forma de tomarlo era sobornar a sus poseedores). Este majestuoso castillo (monumento histórico clasificado) se yergue altivo sobre una colina que domina el Valle de la Dordoña y ofrece unas magníficas vistas sobre los ya comentados Jardines del Marqueyssac y los pueblos de Beynac y La Roque Gageac.
El Castillo, que durante muchos años de la Edad Media estuvo en manos de los ingleses, se encuentra magníficamente restaurado, con sus estancias interiores perfectamente conservadas. Actualmente alberga uno de los mejores museos de Europa dedicados al arte (y la brutalidad) de la guerra en la Edad Media.
El conjunto arquitectónico incluye el impresionante edificio, las torres, murallas y varias estancias. En el Museo se encuentra una importante colección de armas, armaduras, mobiliario, espectaculares ingenios de guerra a escala real así como maquetas y audiovisuales para comprender la evolución de las técnicas de ataque y defensa de los castillos.
El castillo está abierto durante todo el año. En nuestra visita pudimos disfrutar de espectáculos, demostraciones de tiro con catapulta (a los niños les encanta) y talleres de oficios tradicionales, como la forja, sin tener en ningún momento la sensación de agobio a pesar de que 250.000 personas que visitan anualmente el castillo entre ello muchos escolares.
A destacar la recién inagurada estancia de juegos de mesa medievales. Y para termine, un buen complemento para disfrutar de un pic-nic después de la visita del castillo puede ser una visita al cercano Eco-museo de la Nuez, (otro detalle a tener en cuenta para nuestra lista del próximo viaje).
Una visita al Castillo de Castelnaud puede ocuparos perfectamente entre las dos a tres horas. Muy recomendable la visita guiada (consultad para visitas en español). Es importante mencionar que con el ticket se obtiene un descuento recíproco asociado con los ya comentados Jardines del Marqueyssac situados a poco más de 5 kms.
Otro de los castillos de Europa imprescindibles para descubrir con niños es el de Montsegur (Pirineo Oriental), su final se escribe con la T de tragedia. La historia es realmente triste, pero si la explicamos a los niños con cariño mientras subimos tranquilamente por el camino (de pago) que sube hasta el castillo, sin entrar en excesivos detalles viscerales…seguro que la excursión les resultará muy interesante.
Los orígenes del Castillo de Montségur, son bastante confusos e inciertos. Según investigaciones llevadas a cabo por el historiador del siglo XX Fernand Niel, pudo haberse construido a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, por orden de Ramón de Perella , señor de Perella y co-señor de Montsegur, Ramón de Perella habría confiado su construcción a los diáconos Ramón Mercer de Mirepoix y Ramón Blasco en el año 1204.
Los cátaros consideraban a la Iglesia de Roma, desorientada y perdida. Pensaban que se había desprendido de su primitiva esencia, su sencillez, pobreza y humanismo. Afirmaban que Roma se había convertido en una religión prepotente e intransigente cuyos fieles vivían en continuo temor al castigo divino y se hallaban obligados, bajo pena de excomunión, a la obediencia ciega a sus inamovibles dogmas.
Fue en 1204, cuando Gilabert de Castres (todo un personaje cuya vida da para un libro entero) itinerante de otros lugares cátaros, se establece en Montségur al constituir un enclave importante para el catarismo. A los pies del castillo, cientos de Cátaros fieles a sus creencias, fueron quemados vivos por los cruzados durante la persecución de los Cátaros. En este “Prado de los Quemados” en el año 1960, fue erigida una estela al estilo de la Edad Media, junto al sendero que conduce al castillo de Montségur, rematada por una cruz tricúspide dedicada a los quemados.
A los pies del castillo de Montségur, se puede ver el pequeño pueblo de Montségur, con sus tortuosas casas, y tiendas sobre temas exotéricos, cerca del cual visitaremos el pueblo de Occitadelle, con su conocido restaurante, en donde contiene una galería de arte, y una librería, con un amplio material sobre castillos y misterios de la ruta catara.
No es leyenda, Otto Rahn y un comando de nazis visitó el castillo en varias ocasiones buscando el Santo Grial antes de la Segunda Guerra Mundial. La historia del castillo y las leyendas que sobre él circulan, son un material precioso que fascinaría, sin lugar a dudas, a Indiana Jones. Actualmente solo se conserva la muralla exterior y algún muro interior.
Nos encontramos delante de una auténtica obra maestra de la arquitectura renacentista francesa. De todos los castillos del Loira, el de Chambord posiblemente sea el mas visitado, fotografiado y analizado de todo el amplio muestrario de castillos visitables, por tal motivo, en verano suele estar a reventar de turistas (lo digo para poder planificar con tiempo su visita). La historia del castillo se remonta al mes de septiembre de 1519, cuando Francisco I ordena la demolición del antiguo castillo de los condes de Blois y se colocan los cimientos de la torre del homenaje, único edificio previsto en origen para satisfacer a Francisco I (los reyes y sus caprichos...que si un pabellón de caza por aquí, que si una residencia de verano por allá...).
La construcción del castillo se reactiva en 1526, cuando el soberano modifica su proyecto inicial, con el añadido de dos alas laterales a la primitiva torre del homenaje, una de las cuales albergará su propia residencia.La torre del homenaje se termina hacia 1539 y el ala real (es decir, el ala Este), en 1544. En 1545, el ala real se complementa con dos elementos externos: una escalera de caracol calada y una galería porticada,mientras van avanzando las obras del ala simétrica (es decir, el ala de la capilla) y las del recinto bajo que rodea el patio, y que simula la muralla de una fortaleza medieval.
Con el paso del tiempo, permanece abandonado durante años, hasta que Napoleón se lo regala en 1809 al Mariscal Berthier, en agradecimiento a los servicios prestados. Su viuda no tarda en solicitar autorización para vender esta enorme residencia en mal estado, pues le acarrea mas gastos que beneficios.
En 1821, toda la finca de Chambord es adquirida mediante una suscripción nacional, para regalársela al Duque de Burdeos, nieto del rey Carlos X y nacido el año anterior. Los acontecimientos políticos le condujeron al exilio y nunca le permitieron residir en el castillo. En la actualidad, la gestión de Chambord es compartida por varias Oficinas públicas y Ministerios. Entre los castillos de Europa que aporta Francia Chambord aparece en la primera listade monumentos históricos en 1840, y el parque forestal, con su cerca, en 1997. Desde 1981 consta en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.
Eslovaquia y la República Checa están llenos de castillos, como pueden ser el de Loket, cerca de Karlovy Vary (Rep. Checa) o el maravilloso castillo de Spis, que se encuentra algo alejado de Bratislava, la capital de Eslovaquia. Para entrar en calor, podemos explicar a nuestros niños que el castillo que vamos a visitar está lleno de historias curiosas...pues llegó un momento en el que parecía que nadie lo quería debido al coste del mantenimiento y a la realidad de un país que vivió la guerra fría y varias guerras mas de un modo cruel.
Construido en el siglo XII, el castillo era el centro político, administrativo, económico y cultural del condado de Szepes. A partir de 1464, los reyes húngaros se encargaron de su mantenimiento y poco después empezó a pasar de mano en mano (hasta 1528), siendo administrado por la familia Szapolyai. La familia Thurzo pasaría a ser propietaria entre 1531 y 1635), seguidos de la familia Csaky (1638-1945) y (desde 1945) por el estado. En los cinco patios todavía se conservan construcciones de los siglos XIII al XVIII.
En 1780 un incendio destroza gran parte de sus estancias, quedando en en un estado muy precario. A mediados de los años setenta del siglo XX, el gobierno inicia un proceso de restauración, con la intención de conservar parte del encanto de épocas anteriores. En el castillo se instaló el Museo de Spiš y en verano se crearon varios programas de entretenimiento, que actualmente harán las delicias de los niños...como son la esgrima histórica, varias funciones teatrales y conciertos al aire libre. Desde 1993 el castillo está inscrito en la relación de Monumentos del Patrimonie Cultural de la UNESCO.
Si decidimos visitar castillos con niños por el norte de Europa, no podemos dejar de lado una auténtica maravilla como es la fortaleza de Frederiksborg. Es el castillo de mayor tamaño de toda Escandinavia y uno de los más atractivos de Europa; situado en Hillerod, una preciosa localidad que podemos visitar invirtiendo apenas 45 minutos en tren o bus desde Copenhague. Frederiksborg se construyó entre los siglos XVI y XVII sobre tres islotes sobre el lago de Slotssø, rodeado por impresionantes jardines donde los niños podrán jugar y corretear hasta agotarse.
Las obras comenzaron entre 1560 y 1630 y corrieron a cargo de Hans van Steenwinckel, conocido como "el Antiguo" (considerado como la mayor figura del Renacimiento danés). El edifico fue erigido y nombrado en honor de Federico II. Es el edifico histórico que mejor representa el pasado de la monarquía absolutista danesa. Cuando la Familia Real Danesa habitaba este edificio, el imperio de esta familia se extendía hasta Noruega.
Los jardines pueden visitarse de forma gratuita y en verano se realizan concursos de rosas, llenando de color y aroma el entorno natural que rodea el castillo. Actualmente alberga el Museo Nacional de Historia.
Puede que de todos los castillos que recomendamos...el de Sintra sea el mas original, colorido y ¿porque no?, divertido a la hora de visitar castillos con niños. El Palacio de Pena es uno de los ejemplos más impresionante de la arquitectura Romántica, una auténtica fantasía arquitectónica ideal para visitar con niños. Cuesta creer que el castillo de Pena, con sus colores y sus torres de Exin Castillos fuera un monasterio de frailes jerónimos (aunque gracias a su aislamiento e inaccesibilidad algo de razón puedan tener los frailes).
Cuando los frailes se trasladaron a la zona de Belem, en Lisboa, el rey Fernando II compró las ruinas (pues la construcción original había quedado destruida tras un terremoto) y decidió construir un palacio en el lugar como obsequio para su esposa María II de Portugal. El regalillo no fue otra cosa que una fortaleza de colores chillones situado en lo alto del Monte da Lua, rodeados de rocas y bosques frondosos.El Palacio da Pena en Sintra es uno de los monumentos más característicos de Portugal y su fama atrae a miles y miles de visitantes cada año.
Si visitamos el castillo con niños, podemos explicarles que el arquitecto de origen alemán Ludwig Von Eschewege fue el responsable de dirigir la reconstrucción y ampliación de la fortaleza, con la intención de convertirlo en la residencia de verano de la familia real portuguesa.
¡Ya los sabéis papás!, si tenéis prevista visitar Lisboa, no os perdáis la visita a Sintra y a la cumbre cercana donde se levanta majestuoso este colorido castillo salido de un cuento de princesas.
El castillo de Chillon es otro de los castillos que suelen ocupar megas y mas megas en miles y miles de tarjetas de memoria...Situado en un incomparable marco de belleza única, a orillas del lago Lemán cerca de Montreux, el precioso castillo de Chillon fue una importante edificación defensiva reconocida en tiempos de la Edad de Bronce. Fortificado por los romanos, sobrevivió con elegancia y nobleza al paso del tiempo, siendo ocupado sucesivamente por la Casa de Saboya y posteriormente por los Berneses (de 1536 hasta 1798). Fuentes del siglo XIII atribuyen la posesión del lugar de Chillon al obispo de Sion, muy poderoso por aquel entonces.
Documentos fechados en 1150 acreditan que el conde Humberto III concedió a los cistercienses de Hautcrêt el paso libre hacia Chillon, por dicho documento sabemos que el propietario del castillo es un tal Gaucher de Blonay. Pero este señor de Blonay es más un vasallo del conde que uno de sus oficiales. Se trata pues, de un dominio señorial de los Saboya en el marco de una sociedad feudal y no de un dominio administrativo.
Si vamos en tren, recomendamos bajar en Montreux y tomar la linea regional que para en todas las estaciones. Nos bajaremos en la siguiente a Montreux con dirección a Martigny, llegando a pie en pocos minutos. El paseo desde Montreux supone invertir una hora mas o menos, siendo una posibilidad muy interesante si queremos disfrutar del lago Leman en todo su esplendor.
El castillo sirvió de inspiración a Lord Byron y a Mary Shelley; está catalogado como monumento histórico de Suiza.
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