- Espere, por favor...
Este verano tuvimos la suerte de conocer Escocia con niños, el viaje de nuestra vida (bueno, uno de tantos) acompañados de nuestras hijas a bordo de nuestra inseparable furgoneta camper. Fueron casi 7.000 kilómetros recorridos para cruzar media España, toda Francia, Inglaterra, parte de Escocia y vuelta. Casi 7.000 kilómetros en los que los cuatro hemos disfrutado de la naturaleza en estado puro y pueblos y ciudades con mucha historia.
No hace falta más que leer la inspiradora entrada Edimburgo con niños en 15 planes para no perderse. Este es un destino familiar de lo más recomendable. Si los peques quieren ser unos auténticos caballeros o damas medievales no dejéis de visitar alguno de sus castillos. El país está sembrado de ellos, desprendiendo cada uno, a través de sus piedras, su historia particular.
Como en casi todos los monumentos de Escocia tienen muy en cuenta a las familias. En todos hay ticket familiar y en muchos de ellos tienen algún entretenimiento para los niños para que les resulte más amena la visita.
Lucía y Claudia, nuestras hijas, ya han hecho su ranking personal. Aquí os dejamos con el Top 5 Castillos de Escocia
¡Con la ilusión que teníamos papá y mamá de ver este castillo! Pues a las niñas ni fu ni fa.
Fue escenario de la película de “Los caballeros de la mesa cuadrada”. Así que, allí íbamos nosotros, cabalgando en nuestro caballo imaginario. Nos faltaban los cocos. Lo más gracioso es que no éramos los únicos haciendo el ganso.
El castillo es muy bonito, hay que reconocerlo. Cuando llegamos allí y lo vimos, con esas nubes grises que nos acompañaron en casi todo el viaje nos sorprendió.
En el interior no hay mucha decoración ni mobiliario. Por eso creo que las niñas no acabaron muy entusiasmadas.
No hace falta decir que el castillo de Edimburgo es el edificio más emblemático de la ciudad. Situado en la cima de la piedra del castillo (Castle Rock) se encuentra en el punto más alto.
Si viajas a Edimburgo es visita obligada. Allí se encuentran los Honores de Escocia, las joyas de la Corona escocesa, en una cámara acorazada junto a la Piedra del Destino. Esta es un bloque de piedra donde se ha coronado a todos los reyes escoceses y a algunos reyes ingleses mientras que estuvo en manos de Inglaterra. También podemos ver el edificio más antiguo de todo Edimburgo, la capilla románica de Santa Margarita.
Cosas curiosas:
Existe un cementerio de perros. Los soldados enterraban allí a sus mascotas.
Podemos ver como a las 13 horas disparan el One O’Clock Gun, un cañón de la II Guerra Mundial.
Los sótanos del castillos fueron una prisión, la cual está recreada y puedes ver cómo era en su día.
Pero lo mejor son las vistas que tenemos desde aquí, tanto de la Old Town como de la New Town (la vieja y la nueva ciudad). Podemos incluso divisar cómo se mete el mar en el fiordo de Forth.
Nuestra visita no fue del todo como nos hubiese gustado. Quizá por ello las niñas colocan al castillo de Edimburgo en cuarto lugar. Lo visitamos un sábado de agosto, multitud de gente. No pudimos ver el disparo del cañón por la cantidad de gente que había. Para ver los Honores de la Corona tuvimos que aguantar una cola de media hora. Al final, así no disfrutas igual. Las niñas se aburrieron un poco.
¿Hay que ir? Por supuesto, pero quizá programando mejor la visita, no acudiendo en fin de semana o llegando a primera o última hora.
¡Qué ilusión estar delante del lago Ness! ¿Cuántas veces hemos oído hablar de este lago y de su archifamoso monstruo? Por supuesto teníamos que ver el castillo que se encuentra en la misma orilla.
La visita comienza en el centro de visitantes con una proyección que cuenta la historia del castillo, subtitulada en distintos idiomas (luego nos tocó contársela a las niñas porque no les daba tiempo a leer). Un vez que acaba la película nos dan la bienvenida, se corren unas cortinas y, tras un gran ventanal, podemos ver Urquhart Castle ante nosotros.
Realmente no nos encontramos un castillo en sí, sino las ruinas ya que los propios escoceses dinamitaron el castillo para que no cayeran en manos de los ingleses. ¡A ver cómo haces atractiva la visita de un castillo en ruinas para los niños!
Cuando compras las entradas te dan unas hojas con varias preguntas. Los peques deben encontrar las respuestas durante las visitas. Por ejemplo qué animal se extinguió de los bosques escoceses o cuantos huecos hay en el palomar que todavía sigue en pie. Las niñas estuvieron muy entretenidas, de aquí para allá, viendo los paneles explicativos e intentando contestar correctamente.
Es un monumento en ruinas pero la ubicación es increíble. Si buscas la foto, no dudes en acercarte al lago Ness y a su castillo.
¡Ah! Y de Nessy, ni rastro. Y mira que estuvimos pendientes. Aunque yo creo que las niñas no pusieron mucho empeño en mirar, no fuera que apereciese de repente…
Probablemente sea el castillo más famoso y fotografiado de Escocia. Con toda la razón del mundo, porque el castillo es una maravilla. Quizá lo recuerdes cuando te diga que es el castillo de “Los Inmortales”.
Dentro de las Highlands está situado en una isla en el lago Duich y se accede a él desde un puente con varios ojos. Las vistas del Eilean Donan son increíbles. Como dato curioso decirte que es un castillo “nuevo”, de unos 100 años aproximadamente. El castillo estuvo en ruinas durante un par de siglos hasta que lo compraron a principios del XX y lo levantaron manteniendo la edificación de la época.
Al ser un castillo privado, cuando entras en él, la impresión es que entras en la casa de alguien. Decorado hasta la saciedad, todo muy escocés, pero a la vez muy entretenido. En la visita accedes a un par de salones y a las habitaciones en la planta primera.
Pero lo mejor son sus cocinas. Recreadas al cien por cien, al mínimo detalle, tanto que te fijas y refijas en la comida porque parece tan real… Incluso nos encontramos a los empleados preparando todo para que esté a punto: el maître, las cocineras, la doncella, la gobernanta,… muy chulo.
Las niñas disfrutaron de lo lindo fijándose en todo lo que se iban encontrando. Además les dieron un cuadernillo donde les indicaban qué tenían que encontrar en el castillo y algún dibujo para pintar. Incluso debían dibujar su propio escudo de armas.
Y el castillo preferido de Lucía y Claudia es:
Para los peques, el castillo de Stirling es lo más. Nada más entrar, si vas con niños, te recomiendan que comiences por los sótanos. Aquí encuentras varias puertas que te llevan a distintas habitaciones. En cada una de ellas explican a los niños cada uno de los oficios que nos podríamos encontrar en el castillo en esa época: los músicos, los pintores, los escultores, los bufones,… todo cargado de juegos y pantallas interactivas. En una de ellas nos pudimos sentir como una verdadera familia medieval, con muchos disfraces para poder elegir. Imagínate a las niñas, encantadas era poco.
El palacio de Jacobo V, aunque muy reformado y recreado tenía su punto: multitud de colorido nos mostraba el periodo de auge de ese momento de la historia de Escocia. Cada habitación con personas de carne y hueso ataviadas con vestidos de esa época.
Y como en el Eilean Donan, las cocinas parecían auténticas. Puedes hacerte una idea cómo era cocinar y preparar un gran banquete para tanta gente dentro del castillo.
Además podemos visitar el taller de telares, donde los profesionales de la materia crean verdaderas joyas.
Y desde aquí podemos ver el campo de batalla donde William Wallace venció a los ingleses.
Las entradas a los castillos son caras. Por eso te recomendamos algún pase que incluya varios monumentos y así sale más barato. Nosotros optamos por el History Scotland Explorer Pass. Incluye el pase a 78 monumentos en toda Escocia. Todos los castillos que visitamos entran dentro de este pase, menos el Eilean Donan que, como te he comentado, es privado.
Si planeas un viaje a Escocia con niños pásate por Visit Scotland, donde encontrarás información de estos castillos, monumentos, excursiones en familia,... Y si prefieres visitas o tours guiados los chicos de Viajar por Escocia tienen distintos tours por Edimburgo y por toda Escocia.
Pues ésta es la lista de los mejores castillos según nuestras hijas… y casi la nuestra. Porque viéndolas disfrutar a ellas disfrutamos nosotros.
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