- Espere, por favor...
El Algarve no solo es ideal para viajar en familia porque tiene playas, excursiones en barco y kayak, avistamiento de delfines, paisajes de ensueño y parques acuáticos, sino también porque cuenta con una de las rutas de senderismo más lindas de Europa: la ruta de los 7 valles colgantes.
En este artículo te contamos nuestra experiencia para hacer la ruta de los 7 valles colgantes con niños y te compartimos algunos consejos fundamentales para tener en cuenta.
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Cartel de inicio (o fin) de la ruta de los 7 valles colgantes.
Conocida en portugués como Percurso dos Sete Vales Suspensos, esta ruta de senderismo comienza en la playa del Valle Centeanes y finaliza en la playa de la Marinha, aunque se puede iniciar por cualquiera de las dos playas.
Tanto en una como en otra hay parking, por lo que puedes dejar el auto allí sin problema (aunque en los meses de verano es más difícil conseguir sitio).
La ruta tiene una extensión total de unos 6 km, que se transforman en 12 al hacer ida y vuelta. Se demora entre unas 4 y 6 horas para hacerla completa ida y vuelta, según la cantidad de veces que pares para meterte en el mar o sacar fotografías. Si solo haces la ida, puede durar entre 2 y 3 horas.
Vista de playa de la Marinha al atardecer, desde uno de los miradores.
La ruta se puede hacer completa o dividirla en tramos. Nosotros decidimos hacerla en dos tramos, dos días diferentes, y fue la mejor elección, porque nos parecía mucho caminar 12 km en un solo día (¡y con calor!).
Claro que si regresas a uno de los extremos de la ruta en taxi o haces la ruta con otras personas y cuentan con dos coches, la perspectiva cambia y se pueden recorrer los 6 km de la ruta perfectamente en un solo tramo. Pero nosotros preferimos ir y volver a pie, bordeando los acantilados y disfrutando de las playas, en dos días.
La primera parte fue desde la playa de la Marinha, una de las 10 playas más lindas de Europa, según la guía Michellín, hasta la playa de Benagil. La segunda parte fue desde la playa del Vale Centeanes hasta la playa de Benagil. Más adelante les detallo el recorrido.
Algunas zonas del camino transcurren cerca de los acantilados, pero en la mayoría hay protecciones.
Cartel informativo. Hay varios a lo largo de la ruta.
Una parte del camino más pedregoso.
Los palos con las líneas amarillas y rojas indican la ruta a seguir.
A continuación te detallo el recorrido y las posibles paradas para hacer en la ruta de los 7 valles colgantes con niños.
Esta playa fue nuestro primer contacto con los paisajes acantilados típicos del Algarve y nos fascinó. Desde la zona donde dejas el coche, caminas hacia una explanada y ya puedes apreciar los acantilados, la playa de la Marinha desde lo alto y algunas de las formaciones rocosas más famosas de la zona.
Allí mismo en esa explanada, encontrarás hacia la derecha una zona de mesas y bancos de madera, pero sin sombra. Y hacia la izquierda el comienzo de las escaleras para descender a la playa.
Playa de la Marinha, Algarve
Son varios escalones, pero merece la pena. Una vez allí, la arena dorada y fina y el agua cristalina te van a tentar para que te tumbes un rato o juegues con las pequeñas olas. La playa cuenta con un chiringuito para comer o tomar algo.
Una vez que regreses a la parte alta, comienza a caminar la ruta propiamente dicha. Verás dos miradores desde donde se observa, por ejemplo, una de las formaciones rocosas más conocidas, que se llama el Arco de la Marinha.
Arco de la Marinha.
Esta es otra de las playas más lindas del Algarve, pero solo se puede acceder a ella desde el agua. En el recorrido por la ruta de los 7 valles colgantes se puede observar desde arriba y se ve muy bonita.
Playa de la Corredoura con algunas algas, que no suelen estar.
En todo el recorrido, pero sobre todo en esta parte, encontrarás varios algares (del árabe, Al-gar, que significa caverna o cueva), que suelen estar rodeados por una protección de madera, por la que no se puede pasar.
Lamentablemente, muchas personas no respetan eso y saltan esas protecciones para obtener mejores fotografías. No solo arriesgan sus vidas, sino que dañan el entorno natural.
Uno de los algares más famosos es el de Benagil (no confundir con la playa del mismo nombre), que se ve al ingresar a la cueva de Benagil en alguna excursión. En este caso, como está vallado, casi no se puede ver bien desde arriba.
👉 Aquí puedes leer nuestra experiencia de paseo en barco pirata por la cueva de Benagil con niños.
Algares protegidos.
En este primer tramo nosotros llegamos hasta la Playa de Benagil, una de las más populares del Algarve, ya que desde aquí salen la mayoría de las excursiones en kayak para recorrer las cuevas y playas.
Ya algo cansados, bajamos hasta la playa para descansar y que nuestro peque juegue un poco más en el agua. Luego, regresamos a la playa de la Marinha, donde estaba nuestro coche estacionado y vimos un hermoso atardecer.
Pero también puedes continuar el camino.
Playa de Benagil, desde donde salen muchos paseos en kayak.
Luego de la playa de Benagil se encuentra la Praia do Carvalho, una playa muy bonita, con un color de agua muy turquesa y a la que se baja por unas escaleras y un túnel escavado en la montaña. ¡Esto le encantará a tus peques!
Es una playa bastante concurrida, pero el día que la visitamos nosotros tenía muchas algas y casi nadie estaba en el agua. Ten en cuenta que no hay ningún bar o chiringuito.
Praia do Carvalho.
Luego de la playa anterior, seguirás el camino por acantilados, algares protegidos con vallas de madera y miradores hasta llegar a una pequeña cala a la que solo se accede desde el mar. Pero por suerte hay un mirador con unos tentadores bancos.
Unos metros después de esta cala, y luego de subir y bajar una parte algo escarpada del terreno, se llega a una zona de merendero: con mesas, bancos y mucha sombra. Vale la pena tenerla en cuenta.
Área de sombra y merendero.
Otro de los íconos de la ruta de los 7 valles colgantes con niños es el faro de Alfanzina, ubicado en el Cabo de Carvoeiro. Las vistas de la costa y de la inmensidad del océano en sus alrededores son realmente maravillosas.
Puede ser que sientas que en los alrededores del faro la ruta no está bien marcada, pero no te preocupes porque siempre hay alguien que viene en dirección contraria y te puede ayudar. Sino, simplemente camina cerca de la costa o por donde veas las huellas en el camino.
Una vez en este faro, ya estás cerca de la playa Praia do Vale de Centeanes, el fin (o el inicio) de esta hermosa ruta costera en Portugal.
Faro de Alfanzina.
Solo tienes que seguir las indicaciones de la ruta. Vas a bordear los acantilados y a llegar a un mirador, desde donde podrás apreciar la playa del Valle Centeanes. El día que la visitamos tenía muchas algas, pero esto no siempre es así. ¡No tuvimos suerte!
Luego del mirador verás unas largas escaleras que te llevarán directo a la playa. Allí hay un chiringuito donde podrás comer algo, descansar e ir al baño. ¡Ya habrás hecho la ruta de los 7 valles colgantes con niños! Será un hermoso recuerdo familiar.
Praia do Vale de Centeanes.
¿Qué te pareció esta ruta de los 7 valles colgantes con niños? ¿La harías con tus peques?
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